Deu no El Pais
El famoso museo del Hermitage de San Petersburgo está muy preocupado por la moda de organizar conciertos de rock a sus puertas, en la Plaza del Palacio, hacia la que dan las ventanas de salas con valiosas pinturas. De ahí que estén midiendo desde hace un tiempo el ruido que hacen los conciertos para estudiar el posible daño que éste puede causar en las obras de arte.
La última medición fue realizada durante el concierto de Madonna, celebrado el pasado domingo. Verdad es que ella no batió el récord de ruido, que llegó a un máximo de 106,4 decibelios en la plaza y unos 80 en el museo con las ventanas cerradas.
La investigación se está realizando conjuntamente por el Hermitage, el Centro Ruso de Restauración de Bellas Artes y la empresa Electropribor.
La investigación se está realizando conjuntamente por el Hermitage, el Centro Ruso de Restauración de Bellas Artes y la empresa Electropribor.
Sus primeros resultados indican que incluso con un mínimo de 10 conciertos al año, cada cuadro envejecerá en un año adicional a causa de los perjudiciales decibelios.
Assim a indústria cultural vai, literalmente, ganhando a guerra contra a velha cultura.
Emblemático, se poderia dizer.
Vi com meus proprios olhos, aliás, no Louvre:lá não tem concerto de rock por perto, ams em compensação, as hordas esfregam as maos nas milenares esculturas gregas e romanas. Vi um francesinho e sua mãe fazendo isso numa boa, debaixo dos cartazes que dizem que, daqui a mil anos, desse jeito, não haverá mais escultura alguma no museu,....
Não há como vigiar tanta gente.
Todo mundo tirando fotos numa boa, flash e tal.
Já no Prado e Riena Sofia, há mais funcionários e fotos são proibidas.